Entre los ardientes embozos que protegen mi ser
en esta oscuridad dispar, en este trance de vesania
te busco, te pienso.
Ideo tu figura entre las sombras,
me valgo del tacto, del oído, del olor
y la imaginación es mi mejor aliada.
La impaciencia me hace tropezar con tu voz
allá donde la reminiscencia se une con los latidos,
y me gusta y me altera y me confunde.
En esta compleja realidad, en este agitado lugar
te busco, te pienso.
Creo dominar la idea de no dominar tu juicio,
pero me sorprendo y a veces en un instante te encuentro
y cuando contra la esperanza el sigilo arremete de nuevo
decido invocar la toxicidad de tu materia.
En esta quimérica lucha, en este mudo relato
te busco , te pienso.
Y en el momento en el que un vocablo tuyo, desgarra mi razón
dejando mis ideas en un campo de batalla listas para la ofensiva,
me rindo, me entrego y me dejo llevar como la cometa
arrastrada por el viento,
y en esta inquieta melancolía, en este dulce tictac
te busco y una vez más te pienso.
Marta K.
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